William Dugarte, representante legal del venezolano Ángel Lugo quien falleció en el siniestro del vuelo Chapecoense, aseguró que en los próximos días irán a Bolivia para consolidar la delegación. Calificó el accidente como un “acto criminal” ya que los principales factores que lo ocasionaron se concibieron en tierra.

Lugo era ingeniero aeronáutico y formaba parte de la tripulación de cabina, específicamente como asistente de vuelo. Lamentablemente murió el 28 de noviembre junto con otras 70 personas, en su mayoría jugadores del equipo de fútbol Chapecoense. Los restos del venezolano fueron repatriados el domingo pasado, el cónsul Freddy Guilarte de la embajada de Medellín hizo que el proceso fuera “muy ágil” afirmó Dugarte. Así mismo señaló que las autoridades se mostraron dispuestas a cualquier trámite que necesitaran. “En menos de 48 horas teniamos toda la documentación para repatriar el cuerpo“, aseveró.

Dugarte asesora y representa a la familia con respecto a los trámites de reclamación de daños y perjuicios. También lleva aparte una investigación privada para “ejercer las acciones que tengamos que ejercer“. Tras el evento trágico, los familiares de Lugo reclaman justicia, que haya transparencia en la investigación para así poder determinar quiénes son los responsables del siniestro.

¿Quiénes fueron los culpables?

Con respecto a esto, el experto en accidentes aéreos resaltó tres posibles culpables del accidente. Miguel Quiroga, el capitán del avión; Álex Quispe, despachador de la aerolínea Lamia; y la despachadora de la autoridad aeronáutica, Castedo Monasterio. Los dos primeros se libraron de sus culpas penales al morir pero esta última quedó en tierra y huyó a Brasil donde pidió refugio. Pero ¿por qué? Básicamente porque tendrían que cargar con el peso de 71 muertes por mala praxis, ya que se determinó que el avión cayó por falta de combustible.

Las leyes bolivianas especifican que la aeronave de tener el combustible para la ruta que va a cubrir, más 5% del equivalente a la ruta (entre unos 30 – 35 minutos para eventualidades), y tener entre 30 y 45 minutos adicionales para un aeropuerto alterno. El capitán presentó un plan de vuelo en el que especificaba que tenía gasolina exacta para despegar y aterrizar, violando así la ley y aprovechándose de que era dueño de la aerolínea Lamia. No consideró contratiempos o incluso factores meteorológicos. “Se violó toda la normativa, fue un vuelo temerario con una actitud criminal ya que el piloto estaba preparado para resguardar las vidas de los que viajaban en el vuelo ya que conocía las regulaciones“, apuntó el representante.

Así mismo opinó que seguramente era una actitud natural en el capitán ya que ni el despachador de vuelo de la aerolínea, ni la despachadora de la autoridad aeronáutica se atrevieron a parar el vuelo. O en tal caso, a no aprobarlo por no cumplir con la normativa vigente, asumiendo una actitud “complaciente y permisiva“. Además hay un cuarto actor que podría ser culpable, el técnico de vuelo, Erwin Tumiri quien sobrevivió al accidente. Aún la investigación no determina las responsabilidades.

¿Falta de dinero o tacañería?

Muchas noticias han salido desde la tragedia, unos dicen que el capitán creyó que podía manejar la situación por sus estudios en la Fuerza Aérea Boliviana, otros aseguran que la aerolínea no tenía dinero para pagar el tanque de gasolina. Dugarte aseguró que los operadores aéreos nuevos generalmente no tienen ganancia sino que trabajan con el dinero que generan, Lamia apenas tenía dos años.

Se rumora también que la aerolínea tenía un seguro por el orden de los 25 millones de dólares. Ahora bien esta se encuentra con un accidente donde murieron 71 personas y 5 heridos que tiene que indemnizar, este caso en particular es complicado. La mayoría de los pasajeros pertenecían al equipo de fútbol Chapecoense que incluso tenían contratos en dólares, analizando los daños a la familia, está el posible dinero que habría generado de no sufrir el accidente. Para esto, Dugarte explica que hay que ver “las pólizas de seguro y reaseguro, porque estas deben cubrir los gastos, y lo que falte lo debe cubrir la aerolínea“.

Fuente: CaraotaDigital